El entrenamiento de fuerza en mujeres embarazadas y en posparto está ganando reconocimiento como una alternativa segura y eficaz frente al enfoque tradicional en ejercicios cardiovasculares. Una revisión científica liderada por Paula Redondo-Delgado destaca que este tipo de actividad ayuda a controlar el peso, reducir dolores lumbares y pélvicos, y mejorar el estado de ánimo y el sueño. Se recomienda realizar al menos dos sesiones semanales de fuerza supervisadas para evitar lesiones.
Entrenamiento de fuerza durante el embarazo gana espacio

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