Cientos de deportistas de todo el mundo, incluyendo un representante de Casanare, se le miden a las competencias más duras y difíciles, como atravesar en bicicleta el desierto del Sahara desde Marruecos, o la vuelta al volcán Cotopaxi en el Ecuador o las no menos difíciles citas épicas de Costa Rica o República Dominicana o a la Triatlón de San Andrés, donde, luego de pagar una fortuna para ser admitido, someten al cuerpo a la agonía del esfuerzo extremo, en ambientes hostiles, en los que muy pocos consiguen llegar a la meta.
En estos momentos están de moda los deportistas híbridos, los que hacen competencias de fuerza como el running, una actividad física que consiste en correr a un ritmo rápido y continuo, superando la velocidad de caminar, con el objetivo de mejorar el rendimiento físi