Viajar en el pasado era muy complejo. Caminos polvorientos o llenos de barro que hacía que los carruajes de la época tuviesen muchos problemas para circular entre ciudades, en especial, en viajes largos. Un medio de transporte que durante muchos años fue la mejor forma de moverse o llevar el correo hasta que el ferrocarril comenzó a dejar aquellos coches tirados por caballos en los garajes.

En algunos lugares como Inglaterra algunos propietarios de aquellas diligencias las reformaron y durante un tiempo los utilizaron a modo de coches palco para ver las carreras, No obstante, el paso del tiempo y los avances tecnológicos terminaron por dejar estos carruajes en el olvido y deteriorándose poco a poco.

Afortunadamente, el trabajo de aficionados y coleccionistas han hecho que muchas de e

See Full Page