Desde pasados ciclos mundialistas, México enfrenta una corriente crítica que argumenta que a la selección se le ha agotado la jerarquía que años atrás construía referentes. Exjugadores y directores técnicos sostienen que los partidos ya no se ganan sólo con declaraciones, sino que los definen los verdaderos líderes y, si acaso, los más jóvenes. Ante Japón, el técnico Javier Aguirre no encontró ni lo uno ni lo otro. Por momentos intentó competir con acciones rápidas y de táctica fija, pero el gigante del continente asiático –el primero en clasificar a la Copa de la FIFA 2026– estableció un dominio en el que ningún elemento tricolor, incluidos los experimentados Edson Álvarez y Raúl Jiménez, lograron salir del 0-0 para echar abajo dicha teoría.
De aquel plantel ganador en la Liga de Nacione