En la feria, todo es ambiente festivo. Pero entre el pabellón central y el anillo de exhibiciones hay un remolque que pocos visitantes miran dos veces y que, sin embargo, resulta vital: el puesto médico. Allí, un equipo de profesionales vela por la salud de quienes disfrutan de las fiestas, preparado para atender desde lo más leve hasta lo más grave.
Este año, el servicio lo cubren Juan Carlos Martín y Víctor Bellido . El primero es ya un veterano, con dos décadas de experiencia en la feria. Víctor, en cambio, se estrena en esta edición. «Llevo veinte años aquí, fácilmente», cuenta Martín con la tranquilidad que da la costumbre. A su lado, Bellido sonríe: «Este es mi primer año».
Lo cierto es que, a la hora de las urgencias, la experiencia no basta para anticipar lo que puede ocurrir.