Por: Roberto Goji

La relación entre universidades y egresados se volvió correcta… pero sin pulso. Hay noticias, se llevan a cabo encuentros, y se llenan formularios. Sin embargo, faltan verdaderas conversaciones con propósito. En mi opinión, no es desinterés del egresado; es un marco mental instalado en las universidades que se quedó corto como resultado de estrategias más del marketing que de una visión estratégica clara: se trata al egresado como si este fuera un cliente al que hay que fidelizar cuando debería verse distinto. Como un aliado con quien amplificar el impacto en la sociedad.

Cuando se trata al egresado como “cliente”, la conversación gira en torno a beneficios, descuentos y pertenencia simbólica. Cuando se le valora como “aliado”, la conversación cambia de eje donde surgen

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