Septiembre no solo marca el regreso a las aulas, también el reencuentro con rutinas, amistades y, por supuesto, con el comedor escolar. En ese espacio donde se cruzan bandejas, risas y conversaciones, se juega una partida silenciosa pero crucial: la educación alimentaria. Y en ese tablero, Albi Canarias lleva años moviendo ficha con una filosofía clara y valiente: con una buena alimentación, sin disfrazar la comida .
Porque volver al colegio no es solo desempolvar mochilas y cuadernos, también es reconectar con los sabores que acompañan el crecimiento. Es en el comedor donde se consolidan hábitos, se descubren texturas y se aprende a mirar la comida con otros ojos. Albi Canarias entiende que alimentar no es simplemente servir platos, sino cultivar una relación sana, honesta