Cristiano Torres fue el nombre propio de la sexta novillada del Alfarero de Oro 2025 en Villaseca de la Sagra. El maño enseñó firmeza y personalidad en dos actuaciones que llegaron a calar en los tendidos, pero en ambas el mal uso de la espada frustró un triunfo mayor. La corrida de Ana Romero, seria de presencia y con matices de interés, puso a prueba a la terna.

El aragonés se fajó con el segundo, que tuvo calidad en sus embestidas iniciales. Hubo temple y recursos en una faena que alcanzó sus mejores momentos en la mitad de la labor, cuando el novillero se metió de lleno con el público tras ser volteado sin consecuencias. La espada, sin embargo, se interpuso en su camino al premio y quedó en ovación tras aviso. Con el quinto, de gran presencia y nobleza, el toreo al natural marcó la fa

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