En el ámbito del Feng Shui, las plantas juegan un papel crucial en la energía de los espacios. La ruda, en particular, es una de las más valoradas por sus propiedades simbólicas y energéticas. Colocar una ramita de ruda en un espejo no es solo una cuestión decorativa, sino un acto cargado de significado. Según la filosofía china, esta práctica ayuda a repeler las malas vibras, atraer la prosperidad y mantener alejadas las envidias.
La ruda es reconocida por su capacidad para limpiar y proteger los ambientes. Su aroma intenso y sus hojas verdes son símbolos de absorción de lo negativo y potenciación de lo positivo. Por otro lado, el espejo es un elemento clave en la armonización de los espacios. Si se utiliza adecuadamente, puede facilitar el flujo de energía, pero si se encuentra cargado de malas vibras, puede amplificarlas. Por ello, colgar una rama de ruda en el espejo actúa como un escudo energético.
Para realizar el ritual de la ramita de ruda en el espejo, sigue estos pasos: corta una rama fresca de ruda y átala en una de las esquinas del espejo, asegurándote de que quede visible. Es importante renovar la ruda cuando las hojas se sequen o pierdan color. Aunque algunos pueden considerar esta práctica como una simple costumbre, para los seguidores del Feng Shui y las tradiciones ancestrales, este pequeño gesto puede tener un impacto significativo en el ambiente del hogar.