“Que los responsables paguen por la muerte de mi muchacho”, fueron las primeras palabras de Carolina Ocampo, madre de Santiago Fuyar, el auxiliar de Policía de 19 años que perdió la vida en un accidente de tránsito en el sector de Bosques de Tamarindo, al norte de Neiva. Su clamor de justicia contrasta con la versión oficial de un hecho que aún despierta más preguntas que respuestas.
Madrugada fatal
Con la voz entrecortada, Carolina recordó que fue su hermana quien la llamó cerca de las dos de la mañana para darle la noticia más devastadora. “Me dijo: sea fuerte porque Santiago murió. Yo no lo podía creer. Me monté en la moto y cuando llegué allá lo vi tirado en el piso, ya muerto. Ahí estaba mi muchachito”, narró entre lágrimas.
La escena, según la madre, quedó marcada en su memoria co