Recientes acontecimientos en Bogotá y municipios aledaños como La Calera han puesto en foco una innovadora modalidad de secuestro extorsivo que afecta principalmente a comerciantes y trabajadores de domicilios. La dinámica criminal, caracterizada por el uso de ofertas laborales fraudulentas, ha generado preocupación entre autoridades y población civil, quienes observan un cambio en los métodos utilizados por los delincuentes para captar a sus víctimas.
El esquema inicia con los secuestradores contactando a potenciales víctimas bajo la apariencia de clientes o empleadores interesados en algún servicio o producto. Aprovechando la necesidad de trabajo e ingresos, los delincuentes logran persuadir a los trabajadores para movilizarse a ubicaciones apartadas de zonas transitadas, bajo pretextos