Ver a alguien bostezar y sentir de inmediato la necesidad de hacer lo mismo es una experiencia común que intriga tanto a la ciencia como a cualquiera que la haya vivido. Aunque parezca solo una curiosidad cotidiana, detrás de este fenómeno actúa un sofisticado mecanismo neuronal: las neuronas espejo . Estas células cerebrales, según explica UNAM Global , son clave para comprender la imitación automática, la empatía y el modo en que las personas se conectan unas con otras.

El bostezo “contagioso” es un excelente ejemplo de la influencia silenciosa de estas células cerebrales . Cuando una persona observa a otra bostezar, su cerebro responde reflejando esa acción, a tal grado que termina imitando el gesto casi sin pensarlo. Este efecto no se explica solo por costumbre social

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