Hace unos días, en el IX Congreso Internacional de Prevención de Riesgos Laborales , organizado por La Positiva Seguros y la Fundación Internacional ORP, compartí una idea que considero fundamental: “Si no medimos, no mejoramos. Si no digitalizamos, no escalamos”. En el contexto actual, donde la fatiga laboral se ha convertido en un riesgo silencioso pero creciente, esta frase refleja la urgencia de repensar nuestra estrategia de prevención y sumarnos a la ola de la era digital.
La fatiga no es un simple cansancio : es un factor que afecta la concentración, la productividad y, sobre todo, la seguridad de las personas. La OMS estima que más de 745,000 muertes al año están vinculadas al exceso de horas trabajadas, mientras que el estrés térmico ocasiona 19,000 muertes anuales (OIT, OMS