
El pasado 1 de septiembre comenzó el otoño meteorológico . La tercera de las cuatro estaciones llega tras un verano de temperaturas récord , con más de dos grados por encima de la media, y cuya crudeza se dejó sentir especialmente durante la prologada ola de calor de agosto , de 16 días de duración.
Otoño también va a continuar por la misma senda, según la Aemet , que ha anunciado una estación con temperaturas probablemente superiores a las habituales en todo el país. En concreto, la probabilidad de que este otoño meteorológico sea más cálido de lo normal se sitúa entre el 60% y el 70%.
La pregunta que cabe hacerse es si estamos ya ante otro veroño , una nueva palabra que se usa para describir una suerte de fusión de dos estaciones: si miramos al calendario, estamos en otoño , pero las temperaturas y el resto de condiciones climáticas parecen más propias del verano.
Qué dice la RAE
Veroño se ha convertido en los últimos años en una palabra de creciente popularidad. El neologismo ha sido incluido por la Real Academia Española (RAE) en su Observatorio de palabras. Allí figuran términos, acepciones y expresiones que no aparecen en el diccionario, pero que sí que podrían hacerlo en un futuro cercano.
Este hecho evidencia, al mismo tiempo, que las cuatro estaciones meteorológicas en las que dividimos el año desde tiempos remotos son cada vez menos reconocibles, debido a que la emergencia climática y la acción humana están desestabilizando los patrones estacionales.
Motivo por el que se está empezando a hablar del surgimiento de nuevas estaciones creadas por el ser humano , no sólo en referencia al cambio climático, sino a otras modificaciones del medioambiente que son consecuencia, igualmente, de nuestras actividades.
Estación del humo
Un interesante ejemplo es la llamada Smoky Season (estación del humo) propia de países del sudeste asiático como Tailandia, Indonesia y Malasia, en los que no resulta nada extraordinario ver cómo los cielos se cubren con una densa y tóxica neblina. El fenómeno suele iniciarse a finales de febrero o principios de marzo, y se extiende hasta finales de abril.
El origen del humo, que puede llegar a disparar los niveles de contaminación del aire en amplias regiones, apunta principalmente a la costumbre de los agricultores de realizar quemas controladas de la paja del arroz y de los tallos de maíz que han sobrado de las últimas cosechas, con el objetivo de preparar la próxima siembra.
También contribuyen al humo los incendios forestales intencionados , que a menudo son resultado de una quema que se descontrola, o de malas prácticas al servicio de intereses económicos; así como los incendios forestales naturales propios de una época caracterizada por la falta de lluvias y la acumulación en los bosques de biomasa forestal fácilmente combustible.
Estación de la basura
«Lo que más nos diferencia de otras épocas y de otras culturas, lo que más nos preocupa, y lo que realmente más puede transformar radicalmente la posición de la humanidad en el presente es la basura», afirmaba un acertado Félix Rodríguez de la Fuente durante una intervención en televisión hace más de 50 años.
«No cabe duda de que la nuestra puede llamarse la civilización de la basura», profetizaba a continuación el mítico divulgador y defensor de la naturaleza. Es evidente que Rodríguez de la Fuente acertó con su discurso. Por algo se está empezando a hablar de la estación de la basura.
En este caso, los culpables son los monzones y su capacidad para arrastrar toneladas de plásticos y desechos de todo tipo desde el mar hasta las costas y las propias playas. El fenómeno se ha detectado en Indonesia, Filipinas y Tailandia, así como en algunas zonas costeras de Estados Unidos, sobre todo entre diciembre y marzo.
Estación de la sequía
La última de las cuatro estaciones que proponemos es la estación de la sequía. Dicho término no hace referencia a las estaciones seca y húmeda propias de los climas tropicales, sino a la extensión de las sequías extremas que está causando el cambio climático y la degradación de los suelos.
Un claro ejemplo es el cuerno de África , que está viviendo la peor sequía de las últimas décadas, provocando una crisis humanitaria que afecta a más de 18 millones de personas que no disponen de agua ni de alimentos suficientes, según ACNUR.
La situación no es mejor en el Sahel, donde más de 30 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y malnutrición , alertan desde UNICEF.

España
Pero también podemos hablar de la estación de la sequía en España. Recordemos que las excepcionales lluvias de esta pasada primavera pusieron fin a un prolongado periodo de escasez hídrica iniciado en 2021. «Las cuencas del Guadalquivir, Guadiana, Segura o las internas de Cataluña han vivido periodos secos que seguramente no se daban en cientos de años », afirman desde Eltiempo.es.
Cataluña y la ciudad de Barcelona llegaron incluso a entrar en fase de emergencia por sequía en febrero de 2024 . Dicha emergencia por sequía restringe el consumo de agua a 200 litros por persona y día.
Unos hechos que conviene recordar de cara a preparar nuestro país ante los impactos futuros de la emergencia climática . Prioridad a la que también puede contribuir el recuerdo de estas cuatro nuevas estaciones.