En una iniciativa que podría calificarse de histórica, católicos LGBTQ+ de diferentes partes del mundo atravesaron la Puerta Santa de San Pedro en el Vaticano, como cierre de sus actividades en el marco del Jubileo.
Como cualquier grupo de peregrinos, las asociaciones que representan a los colectivos homosexuales católicos, transgéneros y padres de hijos LGBTQ+, junto a sacerdotes y religiosos, cruzaron la entrada a la Basílica de San Pedro, símbolo de gracia y reconciliación en este tiempo.
Por delante de ellos un joven llevaba consigo una cruz con los colores del orgullo LGBTQ+. Luego lo siguieron cientos de personas con símbolos, gorros o remeras que identifican al colectivo.
Antes de la peregrinación hubo una misa en la Iglesia del Jesús que fue presidida por el vicepresidente de lo