Si cada mañana cuando pones un pie en el suelo vuelves a sentir esa sensación de rigidez al despertar, tranquila: es algo completamente normal. Los músculos y articulaciones, que durante horas han estado inactivos, necesitan tomarse (como nosotras mismas), su momento para ponerse en marcha.

Nuestro cuerpo se encuentra aún en un estado de descanso prolongado y nuestros músculos y articulaciones pueden sentirse tensos. Moverse en este momento no solo mejora la circulación sanguínea, sino que también ayuda a despertar a nuestro sistema nervioso central, y eso mejora el estado de ánimo y ayuda también a aumentar la energía. Beneficios, los del movimiento matutino, que no solo nos preparan físicamente para afrontar la jornada, sino que también mejoran la concentración y la productividad

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