La australiana que el pasado mes de agosto fue detenida por haber matado a sus exsuegros y a una tía de su pareja envenenándolos con setas venenosas —después de haber intentado matar al que era su pareja tiempo atrás— ha sido condenada a cadena perpetua , con un periodo sin libertad condicional de 33 años. La sentencia ha sido anunciada este lunes a primera hora en el Tribunal Superior de Victoria (Melbourne), y la ahora condenada tiene 28 días para apelar, tanto el veredicto del jurado que la declaró culpable como la condena decretada por el juez.

El juez encargado del caso, Christopher Beale, explicó que su crimen había implicado una "enorme traición a la confianza" , al tratarse todos ellos de parientes políticos. "Es más, todos habían sido buenos con usted y con sus hijos du

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