Uno de los platos más tradicionales y apreciados por las comunidades de la Cordillera Blanca es la pachamanca de tierra, cuyo sabor adquiere una esencia especial cuando se prepara cerca de los nevados y lagunas del distrito de Independencia.
En esta ocasión, hombres y mujeres comuneros se congregaron desde la madrugada para preparar este ancestral potaje andino. Con más de 400 piedras blancas seleccionadas, tierra virgen y hierbas originales del lugar, se construyó el horno subterráneo donde se cocinó la mezcla de carnes —conocidas como «las tres carnes»— junto a papas, camote y otros ingredientes locales.
El resultado fue una pachamanca auténtica, rica en sabor y tradición, que no solo alimenta el cuerpo, sino también fortalece los lazos comunitarios y el vínculo con la tierra y la cult