Hace dos años que un 7 de septiembre fallecía la icónica María Jiméne z , que tantas veces nos había hecho creer que era invencible. “Ya verás para coger el sueño esta noche”, dijo con su habitual descaro al despertarse del coma que la mantuvo tres meses en la UCI en 2019 por una obstrucción intestinal. Genio y figura hasta la sepultura.

Tras su muerte, un día de Consolación como el de este lunes, Sevilla entera se echó a la calle para despedir a la artista cuyo féretro paseó por última vez su Triana natal en un espectacular coche de caballo y despertó lágrimas, aplausos y oles a su paso por las calles de la ciudad. Como fue su deseo, durante el recorrido lució el mantón de manila de su madre y las plumas de pavo real con las que resurgió artísticamente en 2002 gracias al disc

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