Las últimas térmicas de carbón de España, dos de ellas asturianas (los grupos generadores denominados Aboño 1 y Soto de Ribera 3), han encadenado casi dos meses (55 días) sin producción, algo inédito desde que, a partir de los años 40 del pasado siglo, este tipo de centrales comenzó a cobrar protagonismo en el sistema eléctrico nacional. Tal inactividad tiene causas coyunturales, vinculadas a la situación del mercado, pero es también el anticipo de un hito del proceso de transición energética que está cada más cerca: la desaparición definitiva del carbón de la dieta eléctrica de los españoles.
Según datos de Red Eléctrica de España (REE), compañía operadora del sistema, entre el 15 de julio y el día de ayer las térmicas no participaron en la cobertura de la demanda nacional . Esto sup