El gobernador de La Libertad, César Acuña, ha tenido el desparpajo de manifestar públicamente y con cara de pesar, que se siente indignado por las críticas a su gestión y al trabajo que dice hacer por quienes cometieron el gran error de elegirlo, a pesar de que como congresista y como alcalde de Trujillo jamás aportó algo a la lucha contra la criminalidad.
Esto fue luego de que el jueves último, un grupo de delincuentes colocó una potente carga explosiva en una vivienda de la urbanización Las Quintanas, muy cerca del centro de la ciudad, la cual afectó a 30 casas. Fue el tercer ataque de ese tipo cometido en la capital liberteña en lo que va del año.
Llaman la atención los lamentos de Acuña, cuando son conocidos sus constantes pedidos de licencia y sus viajes de placer y de negocios, mie