El motivo y la razón.

La propuesta de construir un nuevo aeropuerto en el Valle de Risaralda, alternativatan descabellada que reduciría los pasajeros en más de un 30%, alejaría la pista, a sus actuales usuarios, a 50 kilómetros, lo que desviaría pasajeros a Armenia o Palestina o

Cartago y dificultaría e incrementaría el costo de acceder al mismo, no solo por la lejanía, sino dados los continuos trancones en las vías a Cerritos y La Virginia, este esperpento aparece, y no por coincidencia, con la terminación de la leonina concesión en la que Pereira y el estado aportan: el terreno, la pista, la torre de control, los ILS (sistema para facilitar el aterrizaje), las ayudas del lado aire y los pasajeros, es decir un negocio en el que los unos, nosotros, aportamos el 90% de los activos, en una

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