Una nueva generación de famosos ha decidido trascender el mundo del espectáculo para sobresalir también como emprendedores. No se trata solo de prestar su nombre o imagen: muchos han fundado marcas propias, abierto negocios o formulado propuestas innovadoras en sectores diversos como la gastronomía, el diseño y el bienestar.
Algunos crearon cafés boutique donde la experiencia va más allá del consumo, mientras otros lanzaron líneas de cuidado personal o moda con sello propio. Estos proyectos muestran que el talento mediático, bien aprovechado, puede convertirse en un trampolín hacia el éxito empresarial.
Estas celebridades, conscientes de la plataforma que les brinda su fama, han demostrado inteligencia estratégica y visión de futuro; su incursión en los negocios no solo ha diversificado