El aceite de oliva es uno de los productos estrella de la dieta mediterránea. No solo da un toque especial a ensaladas, guisos o tostadas, sino que también es una fuente importante de antioxidantes y grasas saludables. Pero, ¿sabías que si no lo conservas de manera adecuada puede perder buena parte de esas propiedades que lo hacen único? La forma en que lo almacenamos influye directamente en su sabor, aroma y valor nutricional.

Uno de los factores más importantes es la luz . El aceite de oliva es muy sensible a la exposición solar y a la luz artificial. Por eso, lo ideal es guardarlo en envases oscuros, como botellas de vidrio verde o latas metálicas, que actúan como barrera protectora. Dejarlo en botellas transparentes o al alcance de la luz directa hace que se oxide más rápido, adq

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