Los baches en la Ciudad de México se han convertido en un dolor de cabeza para automovilistas, que pagan desde 250 hasta 700 pesos por una compostura de llantas, cifra que para muchos resulta más llevadera frente a los 2 mil pesos que pueden pagar para adquirir un nuevo neumático porque el anterior queda inservible. Además, hay quienes llegan a gastar hasta 15 mil pesos por daños más severos, como fallas en la barra estabilizadora.
En apenas un tramo de Canal de Río Churubusco y Canal de Apa-tlaco, en Iztapalapa, se concentran más de una decena de vulcanizadoras que, en promedio, cada una recibe entre cinco y seis vehículos diarios con llantas o rines estropeados, cifra que equivale a más de 200 reparaciones a la semana en la zona.
Uriel Jiménez Santiago trabaja todos los días del año re