Oberá se convirtió en el epicentro turístico de la región, y el primer fin de semana de la Fiesta Nacional del Inmigrante se vivió a pleno. La ciudad fue testigo de un verdadero aluvión de visitantes, superando las expectativas y llenando de vida cada rincón. Lejos de ser solo un evento local, la FNI atrajo a muchas personas de diversas provincias, consolidando a Oberá como un destino de primer nivel.

El pulso de este flujo masivo de turistas se sintió con fuerza en la Dirección de Turismo, Recreación y Cultura. La oficina de información, ubicada estratégicamente en la plazoleta Güemes, trabajó sin descanso para atender a los cientos de visitantes que se acercaron en busca de orientación. No solo se consultó sobre la programación de la FNI, sino que muchos aprovecharon la oportunidad pa

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