Jessica Pratt irrumpió en el Teatro Colón con un recital que no dejó margen para la comodidad : un programa exigente, en dúo con el pianista Kamal Khan , que evidenció su intención de mostrar lo más genuino de su instrumento y de su oficio. La soprano australiana, una de las máximas exponentes del bel canto de la actualidad, ofreció un repertorio amplio y complejo , que convirtió cada pieza en una pequeña ópera, desplegando una presencia escénica y dramática fuera de lo común (sí, incluso para el escenario del Colón).

Con obras de Strauss, Chopin, Bellini, dell’Acqua, Bachelet, Offenbach, Rorem y Bernstein , el programa se estructuró en espejo: la primera parte estuvo dominada por el repertorio romántico y belcantista, centrado en la voz lírica y acompañamiento pianístico, mientr

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