La Generalitat ha empezado a mover ficha para granjearse el apoyo de sus socios de investidura, ERC y los comunes, con la mirada puesta en la negociación de los próximos Presupuestos. Tanto republicanos como comunes han repetido en las últimas semanas que sin avances en vivienda y financiación singular, o recaudación y gestión de impuestos, no habrá cuentas, una presión que el año pasado ya tumbó las cuentas de Salvador Illa.

Este martes, el Govern y los comunes cerraron un pacto en materia de vivienda que prevé la creación de un cuerpo de 100 inspectores adscritos a la Agència Catalana de l’Habitatge, con el objetivo de garantizar el cumplimiento del régimen sancionador de la ley catalana de vivienda. La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, cifró la

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