Eran las 7:20 del 9 de septiembre de 1985, hace 40 años, un autobús lleno de guardias civiles se dirigía a la Embajada Soviética en la calle Carbonero y Sol. Cruzó la Plaza de la República Argentina y estaba a punto de entrar en la citada calle cuando el semáforo se puso en ámbar. Sin embargo, el conductor vio un coche detenido en una zona prohibida justo delante del paso de peatones y decidió acelerar en lugar de detenerse. Acababan de pasar el semáforo cuando el coche-bomba colocado por el "comando Madrid" de ETA hizo explosión, hirió a 16 guardias civiles y a dos transeúntes. Uno de ellos era Eugene Kenneth Brown, ciudadano estadounidense, que estaba haciendo footing cuando explotó la bomba. Sufrió heridas graves y falleció dos días después en el hospital, el 11 de septiembre de 198
El día que ETA asesinó a un judío norteamericano en Madrid

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