El 10 de diciembre de 2020, las obras de la Sagrera fueron testigo de la presentación en sociedad del plan de Rodalies 2020-2030. La alcaldesa era Ada Colau, ahora embarcada en la flotilla que pretende abrir un corredor humanitario en Gaza; el conseller de Territori era Damià Calvet, ahora concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, y el ministro de Transportes era José Luis Ábalos, ahora envuelto en un tsunami de casos de presunta corrupción política. Los tres se fundieron en un abrazo para dar salida a más de 6.300 millones de euros destinados a sacar del atolladero a la infraestructura ferroviaria de Catalunya. Han pasado casi cinco años y este martes, el Govern, Renfe y Adif han acordado crear una comisión que se encargará de coordinar las obras para que entorpezcan lo menos posible la c
Govern, Renfe y Adif crean ahora una comisión para que las obras no afecten tanto al servicio de Rodalies

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