La Casa Blanca y el presidente de , , se pronunciaron sobre el , ocurrido en Charlotte, Carolina del Norte. Ambos señalaron que el caso representa un problema de seguridad vinculado al sistema judicial y a políticas locales.
En un mensaje oficial, la Casa Blanca calificó el ataque como un hecho que pudo evitarse y mencionó que el sospechoso había enfrentado múltiples arrestos por crímenes violentos durante más de diez años. Según la declaración, un juez autorizó su liberación en enero después de su última detención, lo que permitió que permaneciera en libertad hasta el homicidio .
Trump también difundió un mensaje en sus redes en el que pidió “protección, seguridad y orden”. Reiteró que el agresor acumuló varios arrestos y que había sido liberado bajo fianza en distintas ocasi