No fue solo la aparición de J.J. McCarthy, sino el juego terrestre , silencioso al inicio, que terminó por inclinar la balanza.
Los números no mienten. Tras acumular apenas 85 yardas en nueve series iniciales, los Vikings desataron un ataque implacable en el cuarto periodo: 169 yardas , con Aaron Jones y Jordan Mason como protagonistas. "Debí confiar más en las corridas desde el principio" , admitió después el entrenador Kevin O’Connell, reconociendo un error táctico que casi les cuesta el juego.
Detalles clave que marcaron la diferencia:
Las dos corridas consecutivas de Mason (7 y 18 yardas) que reactivaron al equipo cuando perdían 17-6.
La recepción de touchdown de Jones, de 27 yardas, demostrando su versatilidad.
El engaño de opción donde McCarthy corrió 14 yard