Lo que parecía ser una noche común de trabajo para una mesera en un restaurante norteamericano terminó siendo una experiencia que no tardó en viralizarse. La joven relató que un cliente, tras recibir la atención en su mesa, dejó una propina inesperada de mil dólares. Sin embargo, el gesto se transformó en disgusto cuando vio lo que estaba escrito en el ticket.

Canal especial virales de La Voz

Lejos de un agradecimiento, el comensal había dejado un mensaje subido de tono: “Hermosos pezones, princesa. Llámame”. Más abajo firmó como “El Maestro” y agregó tanto su número de teléfono como su correo electrónico. Lo más llamativo fue que la cuenta apenas había alcanzado los 128 dólares, mientras que la propina fue diez veces mayor.

La moza decidió exponer la situación en la plataforma Reddit,

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