Los números que rodean a la infraestructura vial en Colombia no solo hablan de kilómetros sin construir o de contratos a medio camino, también reflejan un laberinto jurídico y financiero que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) intenta desenredar. Hoy la entidad enfrenta 44 tribunales arbitrales en curso y ocho proyectos en riesgo de liquidación, lo que obligó a definir una estrategia para evitar que las carreteras se conviertan en eternos elefantes blancos.
Uno de los casos que mejor ilustra la complejidad de estas disputas es la Perimetral de Oriente de Bogotá (PBO). El trazado quedó enredado tras la aparición de 80 acuíferos, hallazgo que el concesionario presentó como un hecho imprevisible que impedía continuar la obra. La ANI, por su parte, sostuvo lo contrario, esos riesgo