El decomiso histórico de 10 millones de litros de gasolina en México, anunciado por las autoridades locales, destapó una compleja red de contrabando que involucra a marinos en actividad, exfuncionarios aduanales y empresarios en un momento clave para la cooperación en seguridad entre México y Estados Unidos.
El caso ha puesto bajo la lupa lo que en México se le conoce como “huachicol fiscal” —la importación y venta ilícita de hidrocarburos evadiendo impuestos— y, según expertos consultados por CNN, podría ser solo la punta del iceberg de un esquema mucho más amplio que afecta la seguridad, las finanzas públicas y el sector energético del país.
Las investigaciones de esta red de contrabando, que llevaron a la detención de 14 personas, comenzaron tras el aseguramiento en marzo de un buqu