Los cambios en el oficialismo argentino se intensificaron tras la reciente elección en la provincia de Buenos Aires, que resultó catastrófica para el gobierno. En la Casa Rosada, se establecieron varias mesas políticas y se multiplicaron las reuniones de gabinete. Sin embargo, no se produjeron las modificaciones esperadas en la oposición dialoguista ni entre los gobernadores. En cambio, surgieron desilusión y malestar en estos sectores, evidenciados por silencios sugestivos y críticas abiertas.
Los referentes de PRO que se unieron a La Libertad Avanza asistieron a la reunión de la nueva mesa electoral bonaerense, pero en público, las opiniones fueron escasas. Los militantes del partido expresaron su descontento con la dirección local. La falta de comunicación oficial sobre el encuentro y el comunicado final, emitido por el equipo de la hermana del Presidente, Sebastián Pareja, reflejaron la tensión interna. En las redes sociales del partido, no hubo menciones sobre el revés electoral, que algunos atribuyeron a los libertarios.
El anuncio de un llamado al diálogo a los gobernadores fue recibido con escepticismo y enojo. Los gobernadores de Santa Fe y Salta, Maximiliano Pullaro y Gustavo Sáenz, criticaron al Gobierno. Sáenz afirmó: "Roma no paga traidores, y me parece bien, pero la lealtad es una avenida de ida y vuelta". Pullaro, en una rueda de prensa, agregó que la agresividad en la comunicación del Gobierno aleja a la gente.
La interna del oficialismo se hizo evidente, con críticas hacia la continuidad de los Menem en el gobierno. Daniel Parisini, un referente cercano a la Casa Rosada, exigió la renuncia de Pareja y Lule Menem, señalando que los colaboradores de la Secretaria General los utilizan como "escudo humano". A pesar de las críticas, los riojanos se mostraron confiados en el respaldo de Karina Milei, quien mantuvo a sus colaboradores en sus posiciones.
Desde el ala de Milei, se argumentó que el resultado en Buenos Aires fue el resultado de múltiples factores, y no solo de la selección de candidatos. Mientras tanto, el PRO comenzaba a considerar la posibilidad de distanciarse de La Libertad Avanza para las elecciones ejecutivas de 2027. Los gobernadores también evaluaban no asistir al llamado de Francos y continuar con su estrategia de desgaste en el Congreso.
En medio de esta crisis, el Presidente convocó a una tercera reunión de Gabinete en la misma semana, una serie de encuentros inusuales para su administración. Sin embargo, desde la cúpula nacional se aseguraba que no se planeaban modificaciones significativas en el ámbito económico o político. Además, se anticipaba que Milei mantendría su decisión de vetar leyes que aumentan los fondos para universidades y la emergencia pediátrica, lo que podría complicar aún más las relaciones con las provincias.