Hace unas semanas la noticia de una paracaidista experta de 32 años , Jade Damarell había muerto en el mes de abril al precipitarse desde miles de metros de altura conmovió y fue difundido por diversos medios en el mundo.
La distancia entre el hecho y la difusión a escala global, quizás tuvo que ver con la confirmación , luego de las investigaciones forenses , de las sospechas iniciales que señalaban que, en realidad, no había sido un accidente sino que se había quitado la vida.
Como en este y otros casos menos sonados, los que ocurren cada 40 segundos en el mundo según la OMS , quedaron preguntas sin respuesta: ¿Qué pasaba por la mente de esa joven? ¿Cómo podría haberse evitado?
En el caso de Jade había terminado su relación de pareja el día anterior y dejaba