
“Por mi propia seguridad, me he vuelto mucho más desconfiado, me he aislado y trato de no hablar con ciertas personas”, dice, Paul*, un joven burkinés que podía vivir su homosexualidad de manera relativamente segura en su país, hasta que la semana todo cambio. “¿Cómo iremos a los centros de salud? ¿Nos protegerán los médicos y enfermeros? ¿O nos denunciarán?”, se pregunta.
El 1 de septiembre, la Asamblea Legislativa de Transición de Burjina Faso aprobó por unanimidad una reforma del Código de las Personas y las Familias (el CPF, vigente desde 1990) que castiga por primera vez en el país a las personas que “promuevan la homosexualidad” con multas y penas de prisión de entre dos y cinco años.
Ese mismo día, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Burkina Faso, Edasso Rodrigue Bayala, anunció la nueva norma como “una reforma histórica que tiene que ver con una innovación jurídica, con el respeto de los valores culturales, y con la voluntad de construir familias burkinesas”. La homosexualidad se detectará, dijo Bayala, en las personas que muestren “comportamientos extraños”.
El presidente Ibrahim Traoré ya había aprobado en julio de 2024 la enmienda, que ha sido ratificada este lunes por el órgano que reemplaza al parlamento desde el golpe de Estado de septiembre de 2022 . La nueva ley ha conmocionado a la comunidad queer del país.
“Hablar demasiado podría complicarnos la vida a quienes vivimos aquí”, lamenta Jules*, un hombre homosexual y vecino de Uagadugú, capital de Burkina Faso. “Podría perjudicarnos si, de repente, se cortaran nuestras redes de apoyo mutuo o se identificaran nuestros lugares de reunión; vivimos ocultos, pero vivimos”.
Agathe* es lesbiana y también reconoce su temor ante la nueva ley: “Estoy muy preocupada por la situación y por la seguridad de las personas LGBT+”. Hasta ahora, ningún documento legal de Burkina Faso hacía referencia a la homosexualidad, lo que convertía al país en un lugar relativamente seguro donde personas homosexuales de toda África Occidental podían vivir sin temor a que las encerraran o criminalizaran.
Campaña por los “valores familiares”
La reforma, que también prevé la expulsión de cualquier extranjero que participe en prácticas homosexuales y la prohibición de adoptar niños burkineses “sin aceptar las normas del país”, es considerada como parte de una campaña generalizada para promover en África los llamados “valores familiares” contra el derecho al aborto y contra los derechos de la comunidad LGBT+ .
Uganda aprobó en mayo de 2023 su ley contra la homosexualidad, con pena de muerte para casos de “homosexualidad agravada” y cadena perpetua para relaciones entre personas del mismo sexo. Tiempo después se supo que, antes de impulsar la nueva norma, activistas y políticos anti-LGBTQ+ en Uganda fueron asesorados y respaldados por un grupo estadounidense de extrema derecha.
En 2024, Malí también introdujo una ley contra los homosexuales y en Kenia se está estudiando un proyecto de ley de “protección de la familia” que volvería ilegal la homosexualidad.
La noticia de la decisión en Burkina Faso se dio a conocer a las 8 de la tarde del lunes, cuando los maquis, como se conoce a los populares restaurantes de la calle, estaban abarrotados de gente. La información se viralizó rápidamente por grupos de WhatsApp y Facebook, una de las redes sociales más usadas en el país. La noticia generó miedo y conmoción, pero también mensajes de odio discriminatorios. “¿Qué sentido tiene mostrar en las redes lo que sentimos si eso nos hace más vulnerables y accesibles?”, dice Jules. “Desde ayer solo he visto comentarios de odio en las redes”.
“No sé si alguien nos va a vigilar, si la población se va a rebelar contra nosotros o si nos van a perseguir, eso es lo que más me asusta”, añade Paul. “Por suerte, mi madre y mis hermanas me protegen”.
Desde el golpe de Estado de 2022, las autoridades burkinesas han desarrollado un programa centrado en subrayar la soberanía nacional, las tradiciones y valores locales, y la lucha anticolonial [pese a que la persecución de la homosexualidad es considerada por expertos como una política heredada del colonialismo]. En enero de 2023, el Gobierno expulsó del territorio a los soldados franceses y puso fin a los acuerdos de cooperación militar con la antigua potencia colonial. Traoré goza de gran popularidad entre los jóvenes y sus discursos se viralizan en las redes sociales.
Pero la nueva ley ha sumido en la desesperación a muchos jóvenes de Burkina Faso. “Mi deseo es irme del país; aquí es muy complicado y no podemos vivir nuestras vidas como queremos”, reconoce Paul.
*Todos los nombres han sido cambiados para proteger las identidades. El reportero no firma la información por razones de seguridad. Este texto ha sido actualizado por elDiario.es.