Tendemos a pensar que es muy moderno convocar a artistas urbanos para que cubran con sus colores e imaginación los muros de nuestras ciudades. Y sobre todo que es algo muy propio de la cultura occidental. Pero nada de eso. Distintos lugares del mundo, da igual su latitud o su credo, lo practican desde hace décadas. Un ejemplo de ello no está muy lejos de aquí. Se trata de la ciudad de Arcila, al norte de Marruecos y situada a menos de 50 kilómetros de Tánger .
En 1978, Arcila celebró su primer Festival Cultural Internacional ideado por el pintor local Mohamed Melehi y con el amparo del alcalde del momento, Mohamed Benaïssa, que además ocupó los cargos de ministro marroquí de Cultura y de Asuntos Exteriores. Por entonces era difícil presagiar que decenas y decenas de creadores iban a i