En TikTok , videos que superan las 700 mil visualizaciones muestran a influencers que caminan por la calle o se meten en supermercados con un único objetivo: hacer reír a sus seguidores a costa de dejar en ridículo a desconocidos. El formato es simple y efectivo: los anteojos que llevan puestos, los Ray-Ban Meta, los nuevos lentes inteligentes, graban sin que nadie lo note. Así, la “víctima” de la broma no sabe que está siendo filmada hasta que se ve expuesta en redes sociales.

El fenómeno de estas nuevas cámaras ocultas reabre un debate: ¿Qué pasa con la privacidad cuando un creador de contenido usa dispositivos invisibles para grabar sin consentimiento? ¿Y cuáles son los límites que marca la ley argentina?

Las grabaciones suelen ocurrir en la vía pública o en grandes comercios.

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