"En el verano de 1935, dos jovencísimas montañeras de Caín hicieron historia. Con 18 y 15 años respectivamente, alcanzaron la cumbre del Naranjo de Bulnes con tan solo una semana de diferencia (el 31 de julio y 7 días después). Su hazaña, doblemente admirable, fue un acto de audacia que trascendió lo deportivo. A diferencia de otras alpinistas de la época, que solían provenir de familias acomodadas y contaban con formación y equipo, Las Cainejas no tenían ni conocimientos técnicos ni equipamiento de seguridad personal. Se llamaban María Isabel Pérez Pérez, la primera en subir, y Teófila Gao Pérez, de solamente 15 años, y eran nietas del gran Gregorio Pérez de María, El Cainejo, de ahí su apodo de Las Cainejas o, cuando se piensa en su edad, Las Cainejinas. Quien recordaba su historia con e

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