El ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, defendió la cuestionada Ley de Amnistía ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. Alegó que la norma respondió a los atentados terroristas, pero omitió la verdadera motivación congresal.

En el Parlamento, la ley fue aprobada con otro argumento: que los procesos judiciales permanecían estancados.

La versión del ministro no coincide con los fundamentos oficiales, lo que evidencia una narrativa política distinta ante la ONU.

Un día antes, el Alto Comisionado de la ONU, Volker Türk, advirtió que la amnistía representaba un retroceso para la justicia y la verdad, debilitando el derecho de las víctimas a obtener reparación efectiva.

Distorsionar los motivos de una ley frente a la comunidad internacional no fortalece la soberanía ni la demo

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