Abandonamos poco a poco el calor del verano y nos adentramos en las estaciones donde el frío será el protagonista. Esto, además de a los seres humanos, afecta a las plantas y a su crecimiento, que verán cómo los estragos de las altas temperaturas han dejado los suelos bajos de energías, por lo que se irán marchitando y sus hojas se volverán quebradizas. Igualmente, hay soluciones para paliar todos estos efectos, como nos explican desde tv3 de Lituania .
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Haciéndose eco de un artículo de Express , comentan que aunque las hortensias y las rosas siguen floreciendo en septiembre, las reservas de energía