La cuesta de Lisboa por la que descarriló hace seis días el funicular de la Glória, dejando 16 muertos y 23 heridos, ha reabierto al tránsito de peatones, tras la rehabilitación de la calzada y del mobiliario urbano.
Según pudo constatar EFE este martes, los peatones, muchos de ellos turistas extranjeros, subía y bajaban a pie esta empinada cuesta, la Calçada da Glória, que conecta la plaza de Restauradores con el Bairro Alto y el mirador de São Pedro de Alcântara, uno de los más populares de la capital.
Anoche, las autoridades retiraron las vallas metálicas que impedían el paso desde la parte baja y alta de la calle.
Tan solo quedan al comienzo y al final, ramos de flores, obsequios y mensajes depositados por los ciudadanos en homenaje a las víctimas.
En la curva donde descarriló la c