El verano deja huella en cualquier jardín, calor intenso, tránsito constante, plagas o sequía pueden convertir un antes verde y uniforme en un terreno marrón, irregular y debilitado. Sin embargo, el otoño ofrece la oportunidad perfecta para revertir esa situación. Resembrar el césped en esta estación no solo ayuda a rellenar las zonas despobladas, sino que también fortalece la base para que, al llegar la primavera, el jardín luzca más saludable y vigoroso.
¿Por qué resembrar en otoño?
reúne las condiciones ideales para la resiembra. Durante estos meses, las temperaturas del aire descienden y la tierra conserva aún el calor acumulado en verano, lo que facilita la germinación y el arraigo de las semillas antes del invierno.
Céspedes de estación fría: variedades como la festuca alta s