Faltan pocos meses para que se cumplan seis años del inicio de la pandemia ocasionada por el Covid-19. El uso mundial de mascarillas para limitar su propagación durante meses ha dejado un claro impacto en el medio ambiente, que podría definirse como una bomba química, según sugiere un reciente estudio de la Universidad Coventry (Inglaterra).
A medida que las mascarillas se descomponen, liberan microplásticos y sustancias químicas al medio ambiente. Desde Coventry han analizado cuántos microplásticos y aditivos químicos pueden desprenderse de diferentes tipos de mascarillas desechables, como las quirúrgicas y las filtrantes, que a menudo se emplean en centros sanitarios.
Para ello, los investigadores colocaron mascarillas sin usar en vasos de cristal con agua pura y las dejaron durante 24