tenía una mordaza que le impedía hablar. Este miércoles se terminaba el plazo de embargo impuesto a la información que le quemaba por dentro . Asegura desde ‘No somos nadie’ que es la primera vez que ha tenido que firmar un contrato de confidencialidad y que hasta este día no podía decir lo que sabía. Terminado el plazo, desvela que ha hablado con sobre sus memorias, ‘Mar en calma’, junto a otros periodistas. Les hizo prometer que no dirían nada hasta que este 10 de septiembre su libro viese la luz.
“Hay un momento determinado, Mar en un principio mide las palabras y transmite calma, estaba muy reflexiva, que le pregunto que si ya no guarda rencor a los hombres que tanto daño te hicieron, por qué si se lo sigue guardando a . Ella en ese momento cambia de actitud, aunque sigue sentada a