El Estatus de Protección Temporal (TPS) para aproximadamente 600.000 venezolanos en Estados Unidos enfrenta un futuro incierto. Un reciente fallo del juez federal Edward Chen había suspendido la decisión del Gobierno de Trump de eliminar este estatus, generando esperanza en la comunidad venezolana. Sin embargo, la situación sigue siendo complicada y preocupante para muchas familias que dependen de este beneficio migratorio.
La abogada de inmigración Ros-Ana Guillen, en una entrevista, destacó que muchos venezolanos que antes tenían estatus legal ahora se están convirtiendo en indocumentados. "Estos meses han sido una montaña rusa de emociones", afirmó, describiendo el caos que enfrentan los inmigrantes en su lucha por permanecer en el país.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha confirmado que la administración Trump planea eliminar el TPS para los venezolanos, con una fecha límite establecida para el 7 de noviembre de 2025. A partir de ese momento, aquellos que no cuenten con este estatus migratorio tendrán 60 días para abandonar el país. La administración argumenta que Venezuela ya no cumple con las condiciones necesarias para mantener el TPS, que fue creado para proteger a inmigrantes de países en crisis.
La eliminación del TPS ha llevado a muchos venezolanos a enfrentar despidos, detenciones y separaciones familiares. Algunos ya han sido deportados, lo que ha intensificado el temor entre aquellos que aún residen en Estados Unidos. Sin licencias de conducir y sin empleo, muchos luchan por entender las complejidades legales que rodean su situación.
La comunidad venezolana observa con atención los desarrollos legales, mientras se preparan para posibles cambios que podrían afectar su futuro en el país. La incertidumbre persiste, y las repercusiones de la eliminación del TPS se sienten en cada rincón de la vida cotidiana de estos inmigrantes.