Poco dura la normalidad en la Vuelta a España. Si esta tarde, por primera vez en varios días, se ha podido disputar una etapa sin excesivos contratiempos, mañana vuelve el estado de excepción a la carrera ante el temor de que nuevas acciones de protesta deriven en un problema de logística y, también, de seguridad para los ciclistas.
Esta vez, la decisión de la organización que dirige Javier Guillén ha pasado por recortar el recorrido de la decisiva contrarreloj que se iba a disputar en Valladolid, y que quedará reducida a menos de la mitad. En concreto, el recorrido pasa de 27 a 12,2 kilómetros, por lo que la carrera sufre un considerable revés deportivo.
La organización ha emitido un escueto comunicado en el que alega razones de seguridad para los corredores: "Con el objetivo de dotar d