El PRI en sus tiempos de hegemonía se volvió refractario a cualquier derrota electoral. En la abrumadora mayoría de los comicios no había propiamente competencia; sin embargo, en ocasión de una oposición fuerte, casi siempre arropada por el PAN, la postura del régimen casi siempre fue rechazar cualquier posibilidad de alternancia. En el exceso se llegó a invocar fraude patriótico. La idea de que una derrota desencadenaría muchas otras llevó a la cerrazón y a la trampa. Los triunfos opositores fueron aislados durante más de cinco décadas. Es un hecho que la democratización empezó de los municipios. El triunfo de Ernesto Ruffo en Baja California está precedido por el avance del PAN en muchas partes del país, especialmente el Norte y El Bajío, además de Mérida, Yucatán. La alternancia en la p

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